► ADVIENTO ES JESÚS Y NECESITA LUGAR

ADVIENTO, ES JESÚS Y NECESITA LUGAR

por Pastora Mariel Pons

Ya próximos a la Navidad… con el cansancio del año transitado… con la esperanza de lo que está por venir.
Con la sensación de que la vida transcurre cada vez más rápidamente… con las desesperanzas que arrastramos en nuestro andar.
Con lo logrado… con las cuentas pendientes… con los sueños construidos… con los desafíos no alcanzados.
Es así como transcurre mayormente nuestra vida y por ende este último tramo del año… Entre un ir y venir… entre lo bello y lo triste… entre las alegrías y el dolor… entre lo que buscamos y lo que escondemos…
Y es aquí a donde Jesús viene y necesita un lugar… no en la vida perfecta… si en la vida llena de contradicciones… en la vida que necesita ser sanada…
Pero para hacer lugar hay que mover, hay que abrir, hay que modificar el lugar…
Hay que hacer espacio

El tiempo de adviento es el de prepararnos para recibirlo… pero entonces surge la pregunta: ¿Quiero que Jesús encuentre lugar en mi vida?… Si la respuesta es NO… no siga leyendo…Si la respuesta es SI… entonces creo que necesitamos realizar algunos cambios…!!!
Cambiar el lugar que ocupamos… hacerlo más chiquito, para que EL encuentre cabida… si nuestra vida está llena de nuestro propio ego, de nuestras propios pensamientos, de nuestros propios intereses, de nuestras propias ideas, será muy difícil para EL encontrar lugar.

Modificar nuestras palabras, de las palabras que utilizamos habitualmente. ¿Cuántas son buenas? ¿Cuántas son malas?
Cuántas son de elogios, de estímulo y bondadosas para los que nos rodean y para la sociedad en la cual vivimos… y cuantas son de juicio y prejuicio… de bronca y enojo…
Las palabras que más utiliza Jesús en el texto Sagrado son: paz, amor, fe, perdón, alimento, vida, pan, bienaventurados, puerta, rebaño, vid, luz, prójimo.

Quizás podríamos intentar acostumbrarnos a colocar una de estas palabras en cada pensamiento, en cada frase.

Dar utilidad diferente a nuestros sentidos… con ojos y oídos más atentos a las necesidades de los otros y otras, con más tacto para tratarnos con ternura y bondad.
Utilizar distinto nuestro tiempo… con más dedicación en nuestra vida de oración y meditación, de escucha amorosa de la Palabra de Dios.
Y la lista puede seguir…
Pero en definitiva está en nosotros y nosotras mismas buscar las formas… si en verdad queremos que Dios vuelva a encontrar lugar en nuestras existencias… porque donde hay compromiso y entrega, donde hay amor y esperanza
Donde existen las ganas de cambiar lo que está mal… aunque no sepamos cómo hacerlo…

¡¡¡…ENTONCES JESÚS ENCONTRARÁ SU LUGAR…

Bendecido Tiempo de Adviento
Pastora Mariel Pons

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