+ Pastor Juan Calvert De Bohún

Después de haber sido con su esposa oficiales del Ejército de Salvación, este noble descendiente de irlandeses, se incorporó a nuestra Iglesia en 1908 y se hizo cargo de la obra en Alejandra, en el Chaco Santafecino. En 1909 fue enviado a Villa Mercedes, San Luis, pero volvió a Alejandra en 1911 y permaneció hasta 1915 en que fue trasladado a La Boca para hacer la obra más grande y permanente de su vida.

Allí se le conoce hasta hoy como “el padre de los pobres” . Su obra en Alejandra fue de pastor y de médico.

En lo material culminó su obra con la edificación de una cómoda casa pastoral y un salón de ensanche para la obra de la escuela dominical. Su actividad en sulky o a caballo lo hacía abarcar una extensión de 50 leguas cuadradas, llevando su acción a San Javier, Calchaquí y Malabrigo.

Contó con la generosidad de un gran cristiano: Pedro Tourn. Su imperecedera obra la hizo sin embargo en La Boca, Buenos Aires, donde llegó en 1915.

Además de vestir, calzar y alimentar a un sinnúmero de necesitados, una Navidad dio un banquete a 700 niños pobres.

En 1917 recibe para su obra $ 8.000.- y me consta que se le ofrecieron $ 25.000.- a condición de que él fuese el administrador del dinero.

En el año 1925 se menciona por primera vez a la diaconisa Srta. Juana Moreira que fue su brazo derecho y a quien tenía en alta estima por ello.

Aunque pensionado por el gobierno de su patria por haber servido en la guerra con España en Cuba, se negó a recibir dinero por esa causa. Ya a mediados de 1926 empieza a declinar su fuerte constitución física y en la misma sede de su labor, el viernes 7 de octubre fue recibido por Aquel que supo decir a sus discípulos:  “Dadles vosotros de comer”.-

Tres columnas con capiteles de oro ha tenido la obra de La Boca: William C. Morris, Ramón Blanco, que también murió allí y Juan Calvert De Bohún.-

Su nombre y su fama son el cimiento de esa obra social y religiosa hasta el día de hoy.

En su clase de obrero, ninguno igualó en La Boca, mucho menos superó, a este sencillo hijo de Dios en Jesucristo, por su gran corazón y sacrificio.-

 

Autor: A.G.Tallon – (El Estandarte Evangélico – Novbre. 1911)